Y en estos días el equipo de la biblioteca ha tenido, como todos, muchas cosas que hacer. Ha dejado desatendido el blog por cosas más urgentes, por intentar, cada uno lo mejor que podía, adaptarse a estos tiempos... nuevos. A estos días, que se han convertido todos en días...
Los intercambios de wasaps entre el equipo de la biblioteca se han sucedido:
Así que en estos tiempos en que lo que está pasando nos mantiene en vilo, en estos tiempos de zozobra, el equipo de la biblioteca ha decidido continuar con el blog, porque quizá tiempos así sean los que piden respuestas diferentes a las que se podrían esperar lógicamente.
Hay unos versos de la escritora Almudena Guzmán de su poemario Usted (1986) que dicen hoy es veintidós / y este domingo desde su charco de patitos rojos / me salpica la memoria. Bueno, cuando escribimos esto no es veintidós, pero sí es domingo y veintidós son los días que llevamos de confinamiento... y queremos recordar, porque nos salpican la memoria, muchas de las cosas que hemos visto y leído estos días en todo tipo de sitios (periódicos, páginas web, cuentas de Twitter, vídeos de YouTube...), que son un ejemplo de creatividad, ingenio, talento, sabiduría al servicio de mensajes que en estos momentos debemos tener en cuenta, debemos seguir, y deseamos oír, necesitamos oír, sea en el idioma que sea.
Mensajes como el fundamental, el que está en nuestras manos cumplir por el bien común, para que esta situación de confinamiento dure lo menos posible:
En inglés:
En francés:
Mensajes que nos recuerdan qué no debemos hacer:
Mensajes que nos recuerdan qué debemos hacer:
Que, a veces, haciendo muy poco, hacemos mucho:
Mensajes que nos recuerdan que en todas partes tenemos en primera línea unos profesionales que nos están cuidando y a quienes se lo agradecemos y seguiremos agradeciendo todos estos días con nuestros aplausos:
Y da igual el idioma:
Mensajes que nos recuerdan que hay quienes con su generosidad y desprendimiento nos están haciendo estos días más llevaderos y agradables; y a quienes, acabado este confinamiento, deberíamos pagárselo con creces: ¡compremos libros, películas, discos! ¡Acudamos a conciertos! ¡Veamos espectáculos de danza! ¡Llenemos los teatros! ¡Vayamos al cine! ¡Salvemos a las librerías!
¿No habéis visto o leído vosotros mensajes semejantes que os han impactado, gustado, ayudado en estos veintidós días de confinamiento? ¿Por qué no los compartís con nosotros en un comentario a esta entrada? Venga, animaos.
Nos gustaría terminar esta entrada con unas palabras del escritor Javier Cercas (¡en la biblioteca tenemos su novela más conocida, Soldados de Salamina: cuando esto termine, no dejéis de sacarla y leerla: merece muchísimo la pena!) que, en nuestra opinión, son muy certeras y sabias y nos pueden ayudar mucho en este trance. Pertenecen a su artículo De eso se trata publicado en el periódico El País el domingo 22 de marzo (otro veintidós, qué curioso):
El único rasgo previsible de la historia es su imprevisibilidad [...]. [El filósofo] Walter Benjamin escribió que la felicidad consiste en vivir sin temor. Estos días, recién declarado el estado de alarma, en España no se puede vivir sin temor (al menos sin temer por la vida de mucha gente); tampoco se debe: la valentía no consiste en no tener miedo —eso es temeridad—, sino en dominarlo, hacer lo que hay que hacer y seguir adelante. Ahora mismo de eso se trata.
Estos días estamos aprendiendo mucho, aunque no nos demos cuenta.
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