miércoles, 8 de abril de 2020

¡TENEMOS TABLETAS!

—¡Tenemos tabletas

—¿Tabletas?


—Sí, mira...






—Pero eso es una...


—Atiende... En el proyecto que se presentó para la mejora e impulso de biblioteca, se hablaba de la puesta en marcha de una serie de actuaciones digitales... Mira, te leo, porque así no me equivoco en lo que decía: "Nuestro centro acaba de renovar la certificación Códice TIC 5. Somos plenamente conscientes de la necesidad de la integración cada vez mayor de las TIC en el funcionamiento del centro...".


—¡Y que lo digas en estos días!


—Sí, ¡quién lo iba a pensar!, pero déjame que sigo... "y que solo así podremos desarrollar adecuadamente la competencia digital en nuestros alumnos, que es lo que nos marcamos como primer objetivo".


—Eso subrayado, por lo que veo.


—Sí, subrayado. Pero sigo: "Por eso, desde la biblioteca queremos enfocar estas actuaciones digitales en las siguientes líneas, que deben interpretarse también como objetivos".


—Esta vez subrayado y en negrita.


—Sí, sí. Pero continúo: "Adquisición de tabletas: Aspiramos a adquirir al menos entre cuatro y seis tabletas para que se usen en la biblioteca por los alumnos. Con ellas multiplicaríamos las posibilidades de acceso a contenidos digitales por nuestros usuarios, más allá de los ordenadores con los que cuentan ya a su disposición".


—¡Ya, si es lo que quería decirte hace rato: tablets!


—Bueno, sí, pero perdona que me ponga casticista.


—Casti...¿qué?


—Mira...





—Pues creo que te vas a quedar solo... ¿En serio eres capaz de evitar cualquier giro o palabra de una lengua extranjera?


—Bueno, yo no diría tanto, pero frente al uso un poquito acrítico de cualquier novedad en inglés, reacciono con un poquito de casticismo. Y antes de que me digas nada, con la ayuda, como antes, del Diccionario Estudio Salamanca. Secundaria y bachillerato, que, como debes saber, puedes consultar en nuestra biblioteca, te cuento lo que es. Fíjate en la segunda acepción:






—No, si ya me imaginaba lo que era...


—Es que estamos rindiendo pleitesía al inglés constantemente y, a veces, es innecesario.


—Pleite... ¿qué? ¿No podrías usar palabras más sencillas, menos raras? 


—¿No podrías querer aprender alguna nueva? Mira:





—Vale, vale.


—El caso es que hemos adquirido cinco tabletas y ya las tenemos para que las usen los alumnos en cuanto...


—En cuanto volvamos. ¡Pues ya ha sido casualidad!


—No, quería decir en cuanto tengamos listas unas normas de uso de las tabletas. Pero, sí, bueno, ha coincidido... Aunque, ahora sí, en cuanto volvamos—ya verás cómo será pronto— ahí están esperando a los chicos las tabletas.


—Pues como les digas eso no te van a entender. Diles tablets.


Santa RAE, ¡acude en mi ayuda! Mira la cuarta acepción, por favor.


—Lo que quieras, pero, hazme caso, diles tablets.


Santa Fundéu, ven en mi auxilio. Ya sé que me vas a decir que dice que es una recomendación, no una obligación. Pero por eso te digo yo que también dice que si se opta por emplear los términos ingleses, lo apropiado es destacarlos en cursiva o, si no se dispone de este tipo de letra, entre comillas.


—Al escribir, pero al hablar van a seguir diciendo tablet y no creo que, si hacen eso, se acostumbren a escribir otra cosa que no sea tablet.


—Bueno, ¿quién sabe? Con los usos de las palabras nunca se puede estar seguro de nada... A saber por dónde salen. ¡Ay, el cambio semántico!


—¿Perdón? ¿Cambio qué?


—Pues que el significado de las palabras, que, normalmente, es bastante estable, puede variar por diversas razones.


—¿Me vas a dar una clase?


—Pues, ¿por qué no? Decía que en el caso de tableta ha ocurrido eso. Lo que en origen era solo una 'pieza rectangular y plana de chocolate o turrón y otros alimentos'... Mira, mira:





—Me está entrando hambre.


—Al aparecer ese nuevo dispositivo cuya forma recordaba a la de una tableta de chocolate, tableta amplió un significado (hubo un cambio semántico, por tanto) y paso a significar también 'dispositivo electrónico portátil con pantalla táctil y múltiples prestaciones'.





—¡Apasionante! Sigo con hambre.


—Y, en concreto en nuestra lengua, tableta es un calco semántico.


—¿Calco? Sigo con hambre.


—Sí, en nuestra lengua lo que hicimos es ampliar el significado de tableta como se amplió antes de la misma forma el de la palabra inglesa tablet. Ya sabes que casi todos los avances tecnológicos y científicos se nombran ahora primero en inglés como antes se nombraban en latín. El inglés es hoy la lengua de la ciencia y la tecnología.


—Por eso es tan necesario aprenderlo bien. Sigo con hambre.


—Por eso, por eso... entre otras cosas. Y con tableta ha pasado lo mismo que antes había pasado con ratón, que amplió su significado, como lo había ampliado la palabra inglesa mouse. Parece ser que por la semejanza que se creía ver entre el dispositivo periférico conectado al ordenador y un ratoncito con su larga cola: ¡sí, allá en la prehistoria, no existían los ratones inalámbricos ni incorporados al portátil como ahora!






—¿Me vas a contar algo más? Sigo con hambre.


—No, no, nada más. Espero haber saciado tu hambre de conocimiento.


—Bueno, sigo con hambre. Tanta, que me he comido una letra: tablet.












No hay comentarios:

Publicar un comentario

NO TENGAS MIEDO A... LEER EN PÚBLICO (HALLOWEEN 2023 EN LA BIBLIOTECA)

Un 1 de noviembre parece el día más adecuado para resucitar nuestro blog y que, cual muerto viviente, vuelva a echar a andar. Las circunstan...