martes, 28 de abril de 2020

CON MÓNICA RODRÍGUEZ. CON "AMELIA Y LAS ABEJAS".


El pasado 14 de abril teníamos una cita. Por desgracia, como muchas otras cosas, hemos tenido que posponerla para tiempos mejores. Nos queda un consuelo: llegarán esos tiempos y tendrá lugar la cita.

¿Que con quién era la cita? La cita era con una escritora. Os cuento: en noviembre del año pasado, el instituto solicitó la participación en el programa Encuentros Literarios del Ministerio de Cultura y Deporte y justo el día en que nos fuimos de vacaciones de Navidad (¡cómo pasa el tiempo!) nos llegó la noticia de que nos habían concedido la visita de la escritora Mónica Rodríguez. Un bonito de regalo de Navidad, la verdad.




Un regalo y una responsabilidad, pues todos debíamos poner algo de nuestra parte para que la cita fuera un éxito: ¿no habéis tenido nunca una cita? ¿No ponéis todo de vuestra parte, para que luego sea algo que recordáis?... Pues eso, no hay nada más que explicar. 

Los alumnos a quienes iba a hablar tuvieron que leerse una de sus obras y, además, como se nos pedía en la convocatoria del encuentro tuvieron que realizar un ejercicio de escritura creativa vinculado a la actividad que puede consistir en la reescritura de fragmentos pasando de un género literario a otro o el uso de personajes, atmósferas o situaciones para comenzar un nuevo texto.

Vuestros compañeros de 4º y algunos de 3º tuvieron que leerse una de sus novelas, Amelia y las abejas.



Y un grupo de 2º se tuvo que leer una biografía que ha escrito sobre la científica Lise Meitner, la física que inicio la era atómica, como reza el subtítulo de la obra.




No se puede dejar de decir que ambas obras las tenemos en nuestra biblioteca y están deseando que aquellos que no las hayáis leído aún lo hagáis. Estoy seguro de que están deseándolo tanto como todos volver a un día normal en el instituto: ¡fijaos la magnitud de su deseo! No las defraudéis cuando tengáis la oportunidad (pronto, ya veréis, pronto).

Pero volviendo a lo que decía de que cada uno puso de su parte... La autora, Mónica Rodríguez, además de prepararse a conciencia la charla que iba a dar, atendió en todo momento, y con una prontitud y amabilidad dignas de agradecer, a todos los correos que le enviamos con cuestiones organizativas.

Y los profesores, claro, también tuvieron cosas que hacer: cuestiones organizativas varias, entre las que estaba hacer ese precioso cartel que ilustra el principio de esta entrada, obra de Jesús, el profesor de EPVA, para publicitar el encuentro. 

Incluso otras más ingratas como, ¿cómo decirlo?, forzaros a que leyeseis esas obras. ¡Claro que nos gustaría que leyerais sin necesidad de que os obligáramos! Pero nuestra experiencia nos dice que, a veces, hay que hacerlo. Sin embargo, sabemos que, en este caso, por lo que nos habéis dicho después de su lectura, mereció la pena esta obligación impuesta.

Así que todo parecía que iba viento en popa: los alumnos ya sabían que Mónica Rodríguez iba a venir; la autora estaba preparada; los profesores se habían prestado a colaborar de diversas formas, para que el encuentro estuviera muy bien y, entonces,... ¡el confinamiento! ¡Y la desilusión cuando este se prolongaba más allá del 14 de abril!

Cuando escribo esto hemos dejado muy atrás ese día. El cartel del encuentro no llegó a exponerse. Las preguntas que para Mónica Rodríguez habían preparado vuestros compañeros de 3º y 4º ya no serán formuladas. Los textos que estos escribieron...

Los textos que estos escribieron no solo merecían una nota en la asignatura de Lengua y Literatura, no. Los había que merecían mejor suerte. Merecían, al menos, que el esfuerzo por escribir un texto en que se reflejara su creatividad y lo que les había inspirado la lectura de Amelia y las abejas llegara a Mónica Rodríguez.

Así que le llegaron y ella ha demostrado una generosidad que por lo menos al miembro del equipo de la biblioteca que en esta ocasión escribe esta entrada le emociona.

Y me emociona, porque nos envió un texto con sus impresiones y hablando de Amelia y las abejas a los alumnos: casi parecía que se estaba celebrando el encuentro. Esto es lo que decía:

Hola, chicos y chicas del IESO "Ribera del Cega" de Mojados. Este tiempo extraño que nos ha tocado vivir nos ha impedido que nos encontremos y podamos charlar sobre el libro Amelia y las abejas y la literatura, por eso he querido escribiros unas pocas palabras. Los correos con vuestros profesores y los textos que habéis escrito a partir de mi libro me empujan a ello. Debo deciros que el entusiasmo de vuestros profesores y la capacidad de hacer vuestros los personajes del libro y de expresar vuestras inquietudes a través de esos poemas y esos relatos me han impresionado. En el lenguaje podéis encontrar una herramienta poderosa para expresaros e indagar en la realidad y en vosotros. Vuestros textos demuestran lo bien que lo hacéis. Gracias.


Amelia y las abejas se publicó el año pasado, en octubre, pero el libro lo escribí hace unos seis años, fascinada por el mundo de las abejas (visité el Aula de las abejas en Colmenar y leí La vida de las abejas del premio nobel Maurice Maeterlinck). Conocí también a una pareja de apicultores. Él era, además, abogado y ella había descubierto que era tremendamente alérgica a las abejas. Ya no podía ni siquiera pasear por el campo sin llevar consigo el antídoto. Me gustó su amor, su vida y ellos me llevaron a escribir la novela, que es enteramente ficción. Gracias por dedicar vuestro tiempo a leerla. La escritura es un oficio solitario y exigente, y nunca sabemos si lo que escribimos gustará a algún lector. Y aunque la escritura nace de una necesidad íntima, personal, también tiene vocación de comunicar. Nuestro deseo último es compartir ese camino recorrido en el proceso de escritura. Por eso, sin vosotros, los lectores, nuestro oficio no tiene sentido. Gracias por dárselo.

Por último, solo desearos que aprovechéis esta época de confinamiento para reflexionar sobre lo que verdaderamente es importante, para hacer todas aquellas cosas que siempre quisisteis y os faltó tiempo, para leer, para escribir, para disfrutar de la familia, escuchar el silencio lleno de pájaros de la ciudad callada o descubrir aquellos vecinos de la ventana de enfrente, en los que nunca habíamos reparado.

Ojalá pronto recuperemos la normalidad y seamos un poquito mejores. Y un poquito más lectores.

Un abrazo

Es imposible leer esas palabras y no estar  inmensamente agradecido a quien las envía. Pero es que además envió un vídeo: ¡se celebraba el encuentro, aunque fuera virtualmente!



¡Qué detallazo! Cuando ocurren cosas así, no se podía dejar de pensar que la suerte empezaba a estar, de nuevo, de nuestro lado.

Pero hablábamos de los textos que escribieron vuestros compañeros... Incluirlos todos alargaría en exceso esta entrada, pero creo que es justo que al menos un par de ellos, de géneros literarios diferentes, aparezcan reproducidos. Los que he escogido responden al gusto subjetivo de quien escribe esta entrada, pero os aseguro que no resulta fácil no reproducir algún otro... Quizá quien no haya leído Amelia y las abejas no los disfrute tanto, pero también puede ser, ojalá, que se anime a hacerlo.

El primero de los textos es de Esther Lomas Lozano, vuestra compañera de 3º B, que propone un final alternativo a la novela:

(Final real: negro Final alternativo: azul)

Oigo el vuelo incesante de las abejas, algunas tan cerca de mis oídos que su zumbido es un latigazo alto y vibrante. Fugaz.
Pienso que este sonido es lo último que escuchó Amelia.
Después el rostro de Ambrosio lo llena todo.
Abro los ojos y veo las abejas.

Abro los ojos y ya no veo las abejas, pero quiero hacerlo.
Ya no tengo 15 años, tengo 21 y estoy enfrente de casa de Abelardo. Llevo sin pisarla desde hace dos años, que vine a dejarle unas cosas sobre Amelia.
Y, por desgracia, hoy estoy aquí a llevarme unas cosas sobre él.
Abelardo, has muerto hace un par de días, de una parada cardiaca. Lo grandioso es que te has muerto con ellas. Las abejas te acogieron como lo hicieron con Amelia. No sé si es gracioso o da pena que el último sonido que el amor de tu vida y tú escuchasteis es el mismo.
Tampoco sé si estoy aquí para ver cómo estabas, ya que, por la universidad, pocas veces hablábamos, o por recordar mi infancia contigo. Pero algo que sí sé es que quiero verlas.
Y sin traje. Ya no las tengo tanto miedo.
Me he adentrado en la casa y estoy yendo directamente a los panales.
Suspiro cuando, a lo lejos, los veo. Me acerco, y, a medida que puedo ver con más claridad, veo que los panales son los mismos. Pero están vacíos.
A lo mejor las abejas sintieron que después de que te fueras, no debían seguir allí.
Pero necesito verlas. Así que, armándome de valor, me voy hacia su casa. La casa de Ambrosio.
Hasta lo que yo sé, Ambrosio también tenía algún panal y de verdad que necesito verlas.
Antes de lo que creo estoy en una casa que recuerdo muy bien. Llamo varias veces al timbre y rezo porque alguien abra, cuando unos ladridos que reconozco se van acercando.
—Ambrosio —digo yo antes de que termine de abrir la puerta.
—¿Elena? ¿Eres tú? —asiento y él me envuelve en un abrazo que he echado mucho de menos— Siento lo de Abelardo.
—Ya... —me remuevo incómoda, no quiero hablar de ti, no ahora—. Perdona por la intromisión, pero ¿tienes abejas?
—¿Eh? —pregunta él, contrariado.
—Quiero ver a las abejas —digo suspirando—. Las abejas de Abelardo se han ido y de verdad necesito verlas, y creo que tú tenías algún panal.
Él asiente y se hace a un lado para que pueda entrar. Va vestido de negro y tiene la corbata en la mano. Se está preparando para el funeral, que es dentro de dos horas. Toco la cabeza de un viejo Rasta, pero que sigue igual de alegre, y voy, bastante rápido, a los panales.
Me detengo al verlas por la puerta de cristal que da al patio. Son preciosas.
Siento a Ambrosio tomar mi mano y guiarme hacia ellas. Estamos muy cerca, pero yo ya no las tengo miedo.
Cierro los ojos y escucho el zumbido y pienso que el sonido es precioso, y que morir con él de fondo debe de ser una maravilla. Pienso en la cálida mano de Ambrosio, en cómo lo he echado de menos.
Pienso en Amelia mirando a las abejas por última vez. Luego pienso lo mismo, pero contigo.
Pienso en el funeral, pero sobre todo pienso en que quiero permanecer así mucho tiempo.
Abro los ojos y veo a las abejas, a Amelia y a ti.

El segundo de los textos es un poema de José María Zoreda, vuestro compañero de 4º:

Este poema ha sido inspirado en general por la historia de amor de Amelia y las abejas de Mónica Rodríguez, haciendo referencias a momentos de la historia, como cuando a Elena o a Abelardo les picaba una abeja, o como cuando Abelardo y Amelia se cruzaron en un bus sin darse cuenta.

Amor como polen, polen como amor

¿Qué es el polen?
¿La comida de las abejas?
¿De donde sale la miel?
No es ninguna de esas.
El polen atrae el amor.

Amor que atrae a la gente
como el polen a las abejas,
como el polen
del que viven las abejas,
como el amor del que viven las personas.

Las abejas van a por el polen
porque lo necesitan para vivir,
como el amor.

El amor que hace que no sientas
la picadura de una abeja que buscaba
el polen.

Polen que atrae a las abejas
como el amor a la gente,
como el amor
del que viven las personas,
como el polen del que viven las abejas.

El polen atrae a las abejas,
aunque no lo encuentren siguen buscando,
como a la gente el amor.
Aunque la abeja se pase una flor
siempre volverá a ella,
como las personas
que se vuelven a encontrar.

Amor que atrae a la gente
como el polen a las abejas,
como el polen. 

¿Qué decís? ¿Que no os he dicho nada de Mónica Rodríguez, aparte de que es escritora?

¿Queréis saber más? Pinchad cada vez que aparezca su nombre reproducido en la entrada y el enlace os llevará a su excelente página web en la que podréis saciar toda vuestra curiosidad..., y ya estáis tardando en hacerlo.

¿Que tampoco he dicho nada de Amelia y las abejas? ¿No os bastan las palabras de la autora? Preguntad a vuestros compañeros que la hayan leído, a ver si os recomiendan que vosotros hagáis lo mismo. Yo creo que sí, que lo harán, y que vosotros seguiréis su consejo. A mí solo me gustaría añadir que no es una novela juvenil. Quiero decir que me parece disfrutable a cualquier edad. Creo que trasciende ese adjetivo, juvenil. Y si solo fuera juvenil, que no lo es, al menos tiene virtudes, que no siempre encuentro, como lector, en este tipo de obras: no está escrita explícitamente con la intención de transmitiros unos valores positivos; no os engaña: os muestra cómo puede ser una relación de pareja, con sus luces y sus sombras, sus altibajos; acierta plenamente al mostrar la zozobra de la narradora, Elena, al despertar al amor, y su voz me resulta sincera y creíble... No sigo.

Pero vamos a cargarnos de más razones para que os parezca que puede merecer la pena leer algo de la autora: el sábado 25 de abril en Babelia, suplemento cultural del periódico El País, apareció una entrevista a Nando López, según se nos dice, una de las voces más destacadas de la literatura y el teatro para jóvenes en España. Autor de novelas como La edad de la ira y Nadie nos oye y éxitos escénicos como #malditos16, esta semana ha ganado el Premio Gran Angular, que concede la editorial SM por su obra La versión de Eric.

Pregunta: ¿A quién le daría el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil?
Respuesta: A Mónica Rodríguez y David Lozano, ex aequo.

Fijaos en lo que dice que se merecería nuestra autora: ¡el Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil, nada menos!

Las historias. No todas las historias acaban bien, pero creo que la de nuestro encuentro literario con Mónica Rodríguez sí. ¿Por qué? Porque el Ministerio de Cultura y Deporte ha decidido no suspender los encuentros que no se hubieran celebrado y trasladarlos al próximo curso cuando sea posible su realización y así nos lo ha comunicado. El curso próximo, entonces. Lo siento mucho por vuestros compañeros de 4º, que ya no podrán disfrutarlo, pero atesoraré sus preguntas para la autora, por si hubiera ocasión de utilizarlas.

De momento, creo que podemos seguir leyéndola y soñando con sus historias como parece que lo está haciendo la chica de esa preciosa ilustración sacada de su página web.


No sé a vosotros, pero a mí me encantan los finales (casi del todo) felices.










DIARIO DE LA SEMANA SANTA CONFINADA

Siendo malas, si son vacaciones, siguen siendo buenas. Pero estas últimas de Semana Santa... Queremos daros voz. Esta vez se la damos a vuestra compañera de 4º Laura Martín Marqués. Y la razón es que ha escrito un diario de la Semana Santa confinada del que no son sus únicas virtudes el desparpajo, la gracia y la ironía con que está escrito. Leedlo y decidnos si no estamos en lo cierto.

DÍA 4 DE ABRIL

He decidido empezar a contar aquí un poco sobre mí y sobre lo que voy a hacer estos días libres. Si quieres saber más, quédate.

21:00. Bien, este es realmente el primer día de las vacaciones de Semana Santa, porque, aunque nos las dieron ayer, básicamente lo aproveché para acabar todas las tareas que tenía pendientes y, así, no tener que hacerlas después.

Este día ha sido un poco loco, pues he estado inventando un baile con mi hermana y mi madre para Educación Física. Después de unas cuantas discusiones lo logramos y nos quedó muy guay, pero fue todo un poco desastroso. He estado toda la tarde en esto, así que no me queda mucho más por hacer hoy.

4:00. Hola, ya vuelvo, había ido a cenar y me entretuve un poco... Bien, recuerdas que antes te dije que no me quedaba mucho por hacer, ¿verdad? Pues era cierto, pero como buena irresponsable, y muy típico en mí, son las 4 de la mañana y voy directa a meterme en la cama. Se me fue un poco de las manos, pero, ya sabes, esto del móvil nos vuelve locos a todos los jóvenes.

Me despido, buenas noches.

DÍA 5 DE ABRIL

Hola, hola, ¡ya estoy aquí otra vez! Son las 13:30 y acabo de despertar. Sí, sé que es muy tarde y debería haberme levantado antes, pero, como ya sabes, ayer me acosté muy tarde, y eso siempre tiene sus consecuencias.

Huele muy rico, ¿qué habrá hecho mi madre de comida? Luego te lo contaré.

16:30. NO TE VOY NI A SALUDAR, estoy MUY enfadada. Sí, es una hora bastante imprudente para terminar de comer. Te cuento: ¿te acuerdas de que te dije esta mañana que olía muy bien e iba a comer? Pues resulta que tenía puré. ¡PURÉ! Mamá, esto no se hace, me has estafado. Sí, estoy montando demasiado numerito, pero es que LO ODIO y, para colmo, yo me lo comí todo y mi hermana a la que tampoco le gusta, se salió con la suya: comió unas cucharadas y listo. Eso me enfada mucho, pero como sé que lo mejor para mí es tener una dieta variada y equilibrada, no lo di importancia porque creo que es peor para ella.

Ahora que estoy más calmada, me voy a ir a ver una serie; luego hablamos.

DÍA 6 DE ABRIL

14:00. Hola, hoy no tengo muchas ganas de hablar. Acabo de despertar y estoy un poco plof. Hoy es uno de estos días en los que te miras al espejo y no te reconoces, no te gustas y no te ves bien (más típico en adolescentes). Pero esto no importa porque voy a aplicar mi remedio para cuando estoy de bajón. Más tarde te lo cuento.

23:00. He venido muy tarde, pero ya te dije que no tenía ganas de pasarme hoy por aquí, así que, sí, he estado bastante inactiva hoy. ¿Quieres saber lo que hice para que se me pasase un poco y se me subiesen los ánimos?

Me he maquillado con la música a tope, me he puesto mona y me he hecho fotos. Esto es algo que me ayuda bastante, y yo creo que a todos. Al fin y al cabo, no debería de sentirme así, por lo que me siento mal conmigo misma. No me tiene por qué pasar esto, pues cada una es bonita a su manera, así que todas lo somos. Hay que quererse, primero, muchísimo a uno mismo, puesto que, si no te quieres a ti, no podrás querer a nadie. El amor propio es el más bonito y necesario que puede existir. Así que, a quererse mucho. No me voy a volver a permitir estar depre por esto.

Después del rollazo que te he contado, me voy a dormir (o eso digo).

3:00. Hola, sigo despierta. Adiós.

DÍA 7 DE ABRIL

14:30. BUENOS DÍAAAAS. Hoy me levanté de muy buen humor. Espero que nada ni nadie me arruine el día. Por favor, si es que hay un Dios o alguien ahí, que me escuche.


20:00. Hola. Parece ser que sí, que alguien me ha escuchado. Pero que me ha escuchado lo contrario. Te escribo porque estoy muy aburrida, sinceramente. Lo siento, queda muy mal, pero es la verdad: no tengo mejor cosa que hacer. Hoy han sacado la cuarta temporada de La casa de papel y, no sé por qué, mi wifi lleva todo el día sin funcionar, así que no la puedo ver. Creo que me voy a tirar por la ventana. Para colmo, me metí en Instagram para ver alguna foto y, para una que se me carga, era un spoiler. Que alguien me explique qué tiene de divertido esto por favor. NO LO ENTIENDO. ¿Qué necesidad hay de fastidiar la serie a las demás personas? Me he cogido un berrinche, porque esto me enfada mucho. Juro que no la voy a ver, ya no quiero. Y no, no soy como una niña pequeña.

4:00. Sueño, ¿dónde estás?

DÍA 8 DE ABRIL

18:00. Hoy me levanté un poco antipática. Ayer fue el primer día de toda la cuarentena que me aburrí. De momento, no he hecho mucho. Me levanté tarde (como siempre), comí y estuve un rato probando a hacer el mindfulness que nos recomendó Juan para comprobar si funcionaba y me podía relajar un poco. Así que, sin pensármelo dos veces, me puse una música relajante en el ordenador, tirando de datos, y me puse al solito en el alfeizar de la ventana que da al patio, pues amo al sol con todas mis fuerzas. Estuve muy a gusto y aguanté bastante tiempo para ser mi primera vez. Creo que sí que me funcionó un poco y me desestresé bastante. Debo darle las gracias a Juan: si no hubiera sido por él, nunca lo habría probado.

Han pasado pocas horas desde que me levanté, pero es que no me puedo aburrir más: ¡que vuelva la wifi ya!

22:00. BUENAS NOTICIAS. Aprovecho ahora un ratito en lo que se carga el siguiente capítulo para contarte un poco. Nada más acabar de contarte lo que hice sobre las 18:00, a mi hermana se le ocurrió desenchufar y volver a enchufar los cables del wifi y funcionó. ¡Quién nos iba a decir que eso era lo único que había que hacer! Somos tan listas para unas cosas y tan pocas para otras… El caso es que, por fin, pude ver mi serie, después de comerme otros dos spoilers. Sé que dije que no la vería, pero no me puedo quedar a medias. Aparte, ya deseé todo lo peor a la persona que me fastidió la serie y el día (y eso que yo no le deseo el mal a nadie…). No voy a dejar que se salga con la suya.

DÍA 9 DE ABRIL

23:00. Hello. Hoy te he desatendido mucho, pero ayer no quise acabarme toda la serie para repartírmela y poder ver un poco más hoy. Hoy no me levanté muy tarde y me reí mucho con mi madre y mi hermana a la hora de comer. Por lo demás, he estado todo el día con el ordenador y contribuyendo a engordar un poco…

Cuando acabé La Casa de Papel, me puse la otra, y aquí sigo. No será por series… Cuando acabe, a lo mejor me paso otro ratito…

DÍA 10 DE ABRIL

00:00. Sí, ya lo sé, ayer no volví. Es que esta serie engancha mucho y, claro, como está todo tan pensado, te dejan la parte más intrigante para el final y eso te hace que vayas inmediatamente a poner el siguiente. Y así uno tras otro. Es un vicio. Cuando estás en el bar y dices la última copa y nos vamos; o los otros cinco minutitos más en la cama que se acaban convirtiendo en media hora, pues esto es lo mismo, el último capítulo y me duermo (acaba el capítulo), ya es el último lo juro (acaba el capítulo), esta vez sí que sí…

Hoy me he pasado tooodo el día viéndola. Mal, Laura, mal. ¿Dónde está la productividad?

No te he contado cuál es. Pues bien, se llama El internado y es bastante vieja. La vi de pequeña y, como no me acordaba de nada, me apeteció volver a empezarla. Está superbien para la época, la verdad: eso me impresionó mucho. El problema es que a veces no dejan algunas cosas claras y puede dar lugar a confusión. Según pasa la serie aparecen implicadas personas que jamás te esperarías que lo estuviesen y pondrías la mano en el fuego por ellas. Cada una guarda un secreto peor, como todos nosotros.

No tengo mucho más que contarte sobre el día de hoy, así que me despido. Buenas noches.

DÍA 11 DE ABRIL

16:00. Hoy me levanté un poco más pronto para aprovechar la mañana. Fue el primer día productivo de la cuarentena. Estuve haciendo ejercicio por la mañana, puesto que me gusta hacerlo para sentirme realizada y mejor conmigo misma: hay que cuidarse un poco. Estos días estoy cuidándome un poco menos y comiendo muchas cosas indebidas, pero prometo que cuando volvamos a la normalidad, volveré a comer sano y a intentar hacer deporte más a menudo.

Creo que todos deberíamos hacer un poco también para que aumente nuestra capacidad y condición física.

Ya que hice ejercicio y no quiero arruinarlo, no voy a comer los macarrones que hizo mi madre, sino unas pechugas a la plancha y un poco de fruta de postre. Luego nos vemos.

20:00. El día de hoy estuvo muy “entretenido”. Por la tarde participé en un debate que acabó finalmente en una discusión con mi madre y mi hermana. Te preguntarás, ¿sobre qué debatisteis?... Pues, verás, fue sobre un tema que me llega mucho. Uno de esos temas que no me cabe en la cabeza cómo las demás personas no pueden pensar absolutamente igual que yo: el tratamiento que damos a los animales. Creo que el ser humano siempre se ha creído superior y ha pensado que el mundo está hecho para él y que todo está para su uso y consumo. Y no, no es así desde mi punto de vista.

Ya que me he desahogado un poco, me voy a seguir con mi serie, cenar, dormir…, aunque un poco frustrada.
Hasta mañana.

DÍA 12 DE ABRIL

23:00. Hola, hoy ha sido un día un poco raro... Estuve descargando leña. Me lo pasé bastante bien, pues, al final…, soy de pueblo, ja, ja, ja. Pero, por razones que no vienen al caso, también me puse un poco triste.



Cuando acabé, ya digo, me notaba un poco tristona, así que me encerré en mi cuarto a seguir con lo mismo de todos los días (sí, la serie). Es bastante larga y me gustaría acabarla antes de que acaben las vacaciones, pero creo que va a ser imposible. Estos días me empezó a doler un poco la cabeza ya de tanta pantallita. Me encantaría seguir con el libro que me recomendó mi mejor amiga (Carmen), puesto que ha sido ella la que me ha animado y ha conseguido que empiece a leer por voluntad propia. He descubierto que un libro te puede transmitir incluso más que algo visual, puesto que puedes imaginarte a los personajes como quieras y ese me removió todo por dentro y experimenté todo tipo de sensaciones. También me dio una ligera idea sobre como escribir el final de Amelia y las abejas y me motivó bastante para escribir. Tengo pendiente leerme un libro un poco tocho (perdón por la expresión) que también me dejó ella, es sobre el feminismo y es de una de nuestras autoras favoritas. Pero, ahora no tengo tiempo, tengo que acabarme esta serie ya, que me va a llevar a la ruina…

Ah, sí, no me puedo ir sin decir que la echo muchísimo de menos. La quiero casi más que a mi hermana.

Ahora, estoy hablando por llamada con mis amigas y jugando al parchís online en el móvil con ellas, así que ya te dejo. Hasta mañana.

DÍA 13 DE ABRIL

4:00. Hola, hola, hola. Ayer (son más de las 12), empecé con mucha energía y a la vez con poca, porque es el último día de vacaciones. Ayer se me fue la cabeza, me pasó exactamente lo mismo que con la serie, los cinco minutos de más cuando suena la alarma y todas esas cosas que ya expliqué. Empezamos con las revanchas y acabé durmiéndome a las ocho de la mañana. Sí, vas a flipar. Ayer me convertí en una completa experta siendo irresponsable. No veía el momento de irme a dormir, pero mereció la pena, la verdad es que sí, me reí hasta dolerme la tripa. Fue un poco difícil porque tuve que hablar bajo y controlar mi risa escandalosa para no despertar a nadie, pero ya tenía claro que, si alguien entraba en mi habitación a echarme la bronca, me haría la dormida. Hoy tenía para comer tortilla de patata y sintiéndolo mucho, caí en la tentación puesto que las tortillas de mi madre son irresistibles y adictivas. Lo que hice el resto del día ya te lo puedes imaginar, lo mismo de siempre. Debería haber hecho un par de trabajos que tenía pendientes, pero me decanté por seguir viendo mi serie.

Y ya llegando al final de tus páginas, querido diario, aprovecho para decirte que en algunos de estos días hice nuevas amistades, y retomé otras. Dejé el orgullo y el rencor a un lado; y perdoné algo para mí un poco imperdonable, pero, bueno, todo el mundo se merece una segunda oportunidad, ¿no?

Me lo he pasado muy bien escribiendo, volveré a contactar contigo, te lo prometo. Hasta pronto.

FIN

LAS COSAS QUE ESTOY VIENDO. REFLEXIONES DESDE EL CONFINAMIENTO.

Con lo que estamos viviendo, este blog tiene que transformarse. ¿Qué sentido tiene que se quede solo en la ventana en la que damos cuenta de cosas que se hacen en la biblioteca? Tiempos extraordinarios exigen respuestas extraordinarias. ¿No hemos visto en las noticias cómo se ha convertido todo un pabellón de congresos en un hospital de campaña, porque era necesario? Ahora hay necesidad de otras cosas. No dejaremos de seguir dando noticias de lo que se ha hecho o nos gustaría hacer en la biblioteca, pero nos parece más importante que este blog se abra a vosotros, alumnos, a vuestras voces, a vuestras reflexiones, a vuestras inquietudes, a vuestro trabajo en estos días de confinamiento. Y que sea una ventana a la que podáis asomaros todos y podáis asentir con lo que leáis o veáis, sentiros identificados o, simplemente, entreteneros...

Por eso, nos gustaría hacer públicas unas palabras de vuestro compañero de 3º A, Daniel Núñez Virtus, en las que nos transmite lo que piensa sobre las cosas que está viendo y lo que está pasando. 

Y, ahora, imaginaos cómo está Daniel, cómo estamos todos, encerrados en nuestras casas. Podía estar en casa leyendo, como dice la imagen...


Y en realidad lo está haciendo: está leyendo su cabeza y dando forma en palabras a sus reflexiones desde el confinamiento. Atended, atended...

Para empezar, y principalmente, lo que más me llama la atención es el sufrimiento y el dolor que esta enfermedad está causando en la sociedad española. Más allá de consideraciones políticas, económicas y sociales, lo que me resulta más impactante es, ya digo, el dolor y sufrimiento personal reflejado en las familias que han perdido a seres queridos; y que, además, debido a esta extraordinaria circunstancia no han podido despedirse adecuadamente de ellos.  

No obstante, sabemos que en tiempos tan duros el ser humano saca tanto lo peor como lo mejor que llevamos en nuestro interior. Sin embargo, ahora, desde mi punto de vista, las acciones humanas están mostrando el rostro más bondadoso y solidario de nuestra sociedad.

De entre todas las acciones solidarias surgidas al abrigo de estos tiempos que corren, la que más me llama la atención es la organizada por un médico granadino especialista en urgencias médicas llamado Jesús Candel que, a través de su asociación, está recaudando medios privados para adquirir equipos de protección individual para todos aquellos sanitarios a nivel estatal que los necesiten. 

Además ha hecho una propuesta al colegio farmacéutico de Granada para que las farmacias pueden vender mascarillas FFP2 a un precio asequible para toda la población consiguiendo bajar los precios de estas de los 20 € precio venta al público que cuestan en este momento a solo 3,50 € como precio máximo, con lo que consigue que estas, como digo, lleguen a un número mayor de la población.

Siguiendo esta iniciativa creo que podría aportar parte de mis ahorros personales a esta asociación para que con ellos se pueda dotar de mejores equipos a los servicios médicos, que son los garantes de la salud de todos nosotros. 

Creo que esta crisis va a contribuir a mejorar los siguientes aspectos: la solidaridad con el esfuerzo de nuestro sistema sanitario y la inversión en investigación. También que los políticos atiendan a las auténticas necesidades de la población. Y a nivel personal, la valoración por parte de cada uno de nosotros de la importancia de actos cotidianos que antes pasaban desapercibidos.

Por último, este confinamiento para mí ha supuesto un montón de experiencias y sensaciones nuevas. La ruptura de mi rutinas habituales me ha hecho entender y comprender que actos tan comunes como ir al instituto, salir a la compra o a jugar al fútbol con los amigos son cosas mucho más importantes de lo que yo pensaba. Así que este confinamiento también ha tenido aspectos positivos, pues el dedicar más tiempo a estar con mis seres queridos lejos de la rutina diaria de las actividades lectivas, me ha hecho compartir con ellos muchos más momentos de conversación y conocimientos que me están sirviendo para conocerlos más profundamente de lo que yo pensaba.

De aquí hemos de sacar una valiosa conclusión: todas las tragedias por duras que sean tienen varias caras, la buena y la mala.

miércoles, 8 de abril de 2020

A LEER, OS ANIMAMOS; DE MENOS, OS ECHAMOS.

Esta entrada es también una carta.

Queridos alumnos:

¿Qué hacéis estos días de vacaciones tan diferentes de las que conocemos? ¿Habéis dejado los deberes y trabajos aparcados? ¿Han ocupado videojuegos, cachivaches digitales y redes sociales vuestras vidas? ¿Veis la televisión? De las horas veinticuatro, ¿quince, al móvil?; ¿una porque hay que comer?, ¿y ocho que no queréis hurtar al sueño?

Hay que reorganizar ese horario: ¿no recordáis lo que decía otra carta que os llegó el primer día de nuestras vacaciones?:

No os dejéis llevar por la desidia y el aburrimiento estos días de vacaciones y desconectad pantallas. Leed, reíd, jugad, repasad y valorad esos pequeños detalles positivos que pasan cada día a nuestro alrededor.

¿No habéis visto que pone leed? ¡Pero si es que todo son beneficios en la lectura! ¿Cuándo os hemos dicho una cosa que no sea cierta? De verdad, creednos. Os lo demostramos con el ejemplo:


















¿Queréis más? Con un vídeo y música os lo decimos, si queréis: todo son beneficios en la lectura





¿Habéis visto el vídeo? ¿Habéis visto alguna diferencia? ¿La hay? ¿Sí? ¿No? Lo que hay que hacer para picaros y que lo veáis.

Con un libro, también os decimos de todo corazón...



Os echamos de menos.

Vuestros profesores

P. D.: ¿Por qué no hacéis uso de esta herramienta? Haced uso, haced uso.

BIBLIOTECA DIGITAL ESCOLAR LeoCYL

LeoCYL es la biblioteca escolar digital desarrollada por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León en colaboración con ODILO.

Dispone de:

  • Plataforma para el préstamo y descarga de recursos en distintos formatos (e-book, audiolibro, audio, vídeo, prensa, revistas digitales...), en distintos idiomas (español, inglés, francés, alemán...) y para toda la comunidad educativa (alumnado, profesorado y familias).
  • Club de lectura digital.
Destinatarios:
Pueden acceder a él todos los centros públicos de Educación Primaria y/o Secundaria a través del Portal de Educación, desde su zona privada.

Para acceder a ella es necesario estar logueado en el Portal (usuario y contraseña) y, dentro del "Acceso a mi zona privada" aparecerá el icono de LeoCYL.

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